Los teléfonos inteligentes plegables: La nueva era

Después de años de mejoras incrementales, los teléfonos inteligentes están listos para el gran salto tecnológico: pantallas plegables. Los teléfonos flexibles están a la vuelta de la esquina, aunque un poco del Godot de la tecnología de consumo. 

Se habla desde hace algún tiempo e incluso la famosa serie de Netflix, Black Mirror, ha dedicado un episodio de la serie a los dispositivos plegables., esperado tanto por el cine como por los consumidores reales. ¿Qué hay de concreto detrás de esta promesa de alta tecnología? Tanto: Samsung ha desvelado su Galaxy Fold como prototipo, Xiaomi ha hecho lo propio con un video semi-no oficial en la web, mientras que Huawei ha dejado claro que tiene su versión flexible en el portafolio, para ser lanzada, junto con 5G, dentro del año. ¿Cuáles son los beneficios, al menos teóricos, de un teléfono inteligente con pantalla plegable? Descubrámoslo juntos.

Nueva forma de interactuar

En los últimos años, los fabricantes han mejorado los teléfonos inteligentes, con más RAM, mejores cámaras, procesadores rápidos y de alto rendimiento, incluso se han encargado de ofrecer oferta móvil y televisión. Todas las cualidades de las que hoy ya no podríamos prescindir pero que no tuvieron un impacto que los consumidores captaron instantáneamente. Ni siquiera la incorporación de una segunda cámara trasera ha llegado a cubrir las mismas oportunidades que ofrece el sensor frontal, que arrancó la moda de los selfies, o al entrar en el GPS, para aprovechar el dispositivo como navegador. En definitiva, a pesar de tener ya varios años a sus espaldas, el teléfono móvil se ha revolucionado en pocos puntos, nada comparado con el cambio de paradigma que traería consigo la tecnología flexible.

Las mamparas plegables parten de un concepto: transformar una única pantalla en una doble, con obvias ventajas en cuanto a multitarea. Si actualmente muchos ya suelen utilizar el smartphone para realizar más actividades, piensa en lo que pasará cuando se puedan realizar las mismas operaciones en un panel más grande pero no tan engorroso cuando está cerrado. En lugar de dividir un 6 pulgadas por la mitad, tendremos una aplicación para cada sección, todo en un solo dispositivo, olvidándonos para siempre de las tabletas (que de hecho desaparecerán). Suena tentador, ¿no?

¿No más pantallas rotas?

De acuerdo, las pantallas plegables no pueden descartar por completo la aleatoriedad de las pantallas rotas, pero ciertamente reducen la probabilidad. Dado que estos son paneles flexibles por naturaleza, deberían ser menos propensos a daños externos. Oled o LCD no hacen mucha diferencia: tendremos que sacrificar, al menos al principio, un poco de calidad por la usabilidad pero lo necesario para que la situación evolucione.

Los beneficios para los productores

La nueva tecnología también traerá ciertos beneficios a los productores. En este período histórico particular, todos luchan por superarse unos a otros en campos donde la estandarización es el rey, esencialmente dando lugar a artefactos muy similares. Los teléfonos plegables podrían dar a las empresas un nuevo espacio para la creatividad, ofreciendo márgenes operativos y toques personales más amplios que nunca en la última década. ¿Recuerda la amplitud heterogénea de la oferta antes de 2010? Bueno, tal renacimiento es más que probable, aunque con tiempos de implementación más largos.

Generacion para todos

La primera generación de dispositivos plegables será cara y no para todos. Los pequeños productores podrán aprovechar los experimentos realizados por los principales para comprender cómo y dónde moverse,   sin arriesgar demasiado. Ni siquiera será conveniente batir a los demás en el cronometraje, todo lo contrario. Los que lleguen más tarde no perderán el público, en cambio pueden ofrecer objetos a precios más ventajosos, para una consolidación de la cadena productiva, y suplir los defectos de los modelos de la primera hora. Estamos impacientes pero valdrá la pena. Después de todo, con nuestros gadgets de bolsillo, hace apenas 10 años, solo podíamos enviar mensajes de texto y hacer llamadas telefónicas, mientras que hoy las posibilidades de comunicación e interacción son mucho más interesantes.